"Dejar una relación tóxica es como volver a respirar después de haber estado bajo el agua demasiado tiempo. Mi experiencia fue dolorosa pero liberadora. Al principio, la soledad y el miedo eran abrumadores. Pero poco a poco, comencé a redescubrir quién era antes de esa relación. Me rodeé de personas que realmente me valoraban, me sumergí en actividades que me apasionaban y comencé a trabajar en mi autoestima. Si estás en esta situación, quiero que sepas que hay esperanza. La vida después de una relación tóxica puede ser hermosa y plena. Es un viaje hacia el autodescubrimiento y la autoaceptación. Date tiempo y sé gentil contigo misma. Mereces amor, respeto y felicidad." - Marta